Hechizo para agradecer tu felicidad amorosa

Ofrezca 1 Padre Nuestro, 1 Ave María, y 1 Gloria al Padre, como agradecimiento.
la oración va a traer su amor de vuelta!

Con certeza las almas estarán soplando su nombre en el oído de él sin dar tranquilidad todo el día:

«Mi Santo Antônio que cuida la felicidad humana, en el amor te ruego que hagas (el nombre del amado) amarme profundamente, que él llegue detrás de mí como las hierbas del campo llegan a los pies de la cruz.

Todo me dará, nada me esconderá, nada me negará y me será siempre fiel. Que (nombre del amado) venga a mi búsqueda aún hoy. ¡Que (nombre del amado) no tenga un segundo de sosiego en su vida mientras esté lejos de mí a partir de este momento! Amén «.

Oración de Merecimiento para Atraer un Amor:

Yo soy Dios. Yo soy la perfección. Yo soy amor. Soy Amanda (o).

Yo soy un hijo de Dios puro, divino y perfecto, porque fui creado a su imagen y semejanza.

Estoy en busca de mi alma gemela, mi amor verdadero y sé, que ninguna otra persona tiene exactamente las mismas cualidades que poseo, a pesar de que todos tenemos un denominador común, Dios, esa Llama Divina dentro de cada uno de nosotros.

En este mismo instante hay una persona que anhela internamente ser mi (mi) compañera de toda la vida, y que sabrá apreciar lo que soy y lo que deseo expresar. La ley del Bien Absoluto está atrayendo para mí a esa persona.

El Espíritu de Dios es la suprema atracción del Universo. Yo soy parte integrante de ese Espíritu en manifestación y la Esencia de esta suprema atracción.

En mi deseo de tener una (una) compañera (o) no existe egoísmo alguno de mi parte, ya que en mi conciencia existe solamente el amor de Dios, que no conoce egoísmo.

Ayúdame, Padre, a comprender que de la misma manera que estoy anhelando tener a mi lado esa (e) compañera (a) también ella (e) está ansiando por su (a) compañero (a) perfecto (a).

Me preparo para la llegada de mi (mi) compañera (a) porque mi palabra pone en movimiento la ley inmutable del amor divino.

Ayúdame, yo os pido, a dejar de lado cualquier sentimiento de soledad que llegue a mí, ya mirar, con fe y esperanza, que vosotros haréis llegar a mí las amistades perfectas en el momento propicio.

Me hace tener siempre presente que para conseguir amigos, antes que nada tengo que ser un amigo, y que para que me amen, antes tengo que amar.

(De aquí en adelante os prometo hacer mi parte, abro mi mente y mi corazón, y me preparo para recibir con los brazos abiertos la llegada de mi compañera, si esa es tu voluntad.

Yo os agradezco, amado Padre, por las muchas evidencias y manifestaciones de vuestro infalible amor y compañerismo, que siempre me consolan y sostienen, y me hacen comprender que nunca estoy solo. ¡Que así sea!

Nota: Hacer durante 21 días sin interrumpir.

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